Una semana antes de cada partido de clasificatorias, los técnicos de las selecciones entregan una lista con los jugadores que han sido convocados para disputar los encuentros. En el Perú era muy común ver los mismos nombres durante los últimos 9 años y si un técnico convoca a un nuevo jugador solo lo ponía en la banca de suplentes porque no podía dejar de lado al ya desgastado consagrado que por jugar en el exterior tenía que ser el titular. Gareca fue el que se la jugó y como dice el refrán el que no arriesga no gana.

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Se jugaba la jornada 5 de las clasificatorias rumbo a Rusia 2018, Perú recibía en el Estadio Nacional de Lima a Venezuela que se encontraba última en la tabla de posiciones. Ese día la blanquirroja alineó con Gallese en el arco, Advíncula y Juan Manuel Vargas de laterales, Zambrano y Ascues en la defensa, Jefferson Farfán, Josepmir Ballón, Renato Tapia y Christian Cueva de volantes y arriba Claudio Pizarro junto a Paolo Guerrero. Este sería el partido que marcaría un antes y después en la selección.

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Lo impensado estaba pasando ese 24 de marzo de 2016 en el coloso de José Díaz. La vinotinto se imponía por 0 a 2 sobre los peruanos en un partido para el olvido de Zambrano, Ascues, Vargas, Farfán y Pizarro. El tigre Gareca no aguantó más y a la mitad del segundo tiempo ingresan Flores y Ruizdíaz jugadores por ese entonces del torneo local en reemplazo del "bombardero" y la "foca". El partido acabaría 2 a 2, la blanquirroja logró igualar el encuentro con goles de Guerrero y del "orejas".

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Luego de ese encuentro Gareca se reuniría con el director deportivo de la selección, Juan Carlos Oblitas, para comentarle que ya lo había pensado muy bien y que a la Copa América llevaría una base de jugadores del torneo local porque los que jugaban en el extranjero no estaban rindiendo a excepción de Guerrero. El "Ciego" le dio todo su apoyo al "tigre" y tras una buena campaña en ese torneo, el argentino los empezó a usar en los partidos de clasificatorias.

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Atrás habían quedado los días en los que Zambrano, Pizarro, Farfán se creían fijos en la selección, nuevas caras habían aparecido: Ramos, Araujo, Corzo, Trauco, Flores, Polo y otros más se ganaron a base de esfuerzo y resultados su lugar en la convocatoria. La "foquita" sería el único que regresaría para brindarle  su buen juego a la blanquirroja y retribuirle con goles la confianza que nuevamente Gareca había depositado en él. Este recambio fue fundamental para el principal objetivo del "tigre" que era la clasificación.

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Por: Rodrigo Escuza

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