

El amor por los colores sagrados
“Mi esposa, mis hijos, Alianza y no necesariamente en ese orden” Al escuchar esta frase del docente y periodista deportivo Carlos Bejarano, nos podemos dar cuenta rápidamente de su pasión que tiene por el fútbol y el amor que tiene por el equipo de sus amores, Alianza Lima. Club del que puede pasar horas hablando, siendo capaz de hacerle entender al hincha más acérrimo del equipo rival el por qué “el equipo del Pueblo” es el más popular.
No recuerda con exactitud cómo fue que se hizo hincha de Alianza. Aunque deduce que fue por su tío Alberto o por su primo Víctor al que admiraba mucho; así empezó el amor por la blanquiazul. También lo atribuye a que Alianza entrenaba en el Estadio Municipal de Barranco, por donde vivía de niño. Entrenamiento del que formaban parte grandes jugadores del futbol peruano, como, Teófilo Cubillas, Perico León, Babalú Martínez, “Pitín” Zegarra, “El fantasma” Villanueva, entre otros. Nacía así una pasión y un amor que lo llevará hasta el día de su muerte por el equipo íntimo.
Yo no me considero hincha de Alianza, yo soy Alianza, yo me siento Alianza, comenta. “Más que un hincha siento que Alianza es como mi familia, como si fuera mis colores”. “Quiero al club como si fuera mi vieja, a ella nunca la criticaría y porque la madre de uno es la más linda”. Confiesa que el equipo le ha dado muchas alegrías, pero también muchos golpes. Como cuando apenas era un niño y veía a sus ídolos perder por 7 a contra el Cruzeiro de Brasil o la tristeza de ver a toda una gran generación de futbolistas morir en ese accidente del Fokker de 1987, hecho el cual lo marcó.
Esa trágica noche del 26 de noviembre, Carlos recuerda que se encontraba escuchando Radio Ovación, cuando de pronto oye que algo pasaba con el avión de Alianza. Confiesa haberse acostado con esa horrible sensación en el pecho de que algo malo iba a suceder. Y efectivamente lo que temía él y todos los demás fanáticos del fútbol pasó. El equipo grone se iba de la Victoria a la eternidad.
La mañana siguiente tenía que conducir un programa de radio, pero el dolor era tan grande que cuenta que al comentar esto lloró, no pudo contenerse frente al micrófono. “Hay muchos familiares que han muerto y no sentí tanta pena como cuando pasó el accidente”, dice.
Después de la tragedia tuvo que esperar 18 años para poder ver a su equipo, gritar la mejor palabra que cualquier hincha de un club espera gritar a fin de año, ¡Campeón! Pero a él no le preocupaba el hecho de que los íntimos no levanten el título, es más, pensaba que la fiesta iba ser más grande, más increíble, aunque en Alianza no necesitemos campeonar para ser felices nos dice.
Cuando rememora la sequía que tuvo Alianza sin títulos, le es imposible no hablar del colombiano Jorge Luis Pinto. Técnico al cual cuando lo ve es como si estuviera mirando a un familiar, “a su vieja”, dice. Otro personaje al que quiere y admira es al “Nene” Cubillas, que no necesita mayor descripción que ser el máximo goleador de Perú en la historia de los mundiales.
A Teófilo, lo conoció en uno de esos entrenamientos a los que iba cuando era niño en Barranco. Se acuerda bien cuando escuchaba muy nervioso por la radio, la alineación del equipo íntimo antes de un partido, pero cuando oía que en la volante estaba Cubillas, se relajaba totalmente porque ya sabía que ese partido lo ganábamos. Tuvo la suerte de más adelante entrevistarlo y de ser el profesor de su hija. Al “Nene” lo considera el máximo ídolo del club de la Victoria, por encima de Alejandro Villanueva. Para él el estadio debería de llamarse Teófilo Cubillas.
Cuando le preguntas por un once de Alianza a Carlos. Es la pregunta más difícil que le puedes hacer porque Alianza siempre a sido cuna de grandes jugadores como la mejor volante de un mundial, cosa que lo enorgullece porque ningún club como el Barcelona, Real Madrid, Manchester lo ha podido hacer. Su equipo ideal nos dice que sería, Ganosa en el arco, Duarte, por un lado, Pérez por el otro, marcadores Soto, Guillermo Delgado, en la volante de todas maneras a Jayo, Cubillas, Cueto, Velásquez, Waldir, Farfán o Pizarro ¡Es muy difícil por dios! Es la expresión que con énfasis al finalizar de armar su 11 utilizó por la gran cantidad de jugadores que fácilmente podrían también estar en ese equipo.
El sentimiento que hay por Alianza poco a poco ha ido aumentando en su familia. Ya que su hijo mayor es hincha del club también, y comenta con mucho orgullo, que el menor cuando su tío le preguntó de qué equipo eres él le respondió de Alianza Lima, cosa que le generó mucha emoción, porque nunca le había dicho, o enseñado que sea hincha del “equipo del pueblo” por lo que no cabe duda, que la pasión también, ya forma parte de su siguiente generación.
Por: Rodrigo Escuza
